“La temporada del Liceu está lanzando sus últimos cartuchos, pero este ha causado una excelente impresión. La mejor ópera de Chaikovski tuvo un equipo de enorme calidad vocal e interpretativa. A pesar de haberse retirado, por enfermedad, el esperado Ben Heppner, justo es reconocer que su lugar lo ocupó con esplendidez el tenor ucraniano Misha Didyk, bastante joven y con una voz de grato timbre dotada de todos los requisitos que exige el dificilísimo papel dramático de Hermann, que muy pocos logran superar con la energía y la vitalidad que exhibió Didyk después de superar sus fuertes números del primer acto y concluyendo con una muerte ejemplar.”–from review at La Vanguardia of Pique-Dame in Barcelona

—